Como consecuencia de la crisis muchas personas que habían entregado dinero a promotoras y constructoras para la adquisición de su vivienda en construcción se han encontrado con que las constructoras no finalizaron su vivienda con lo cual ni tenían vivienda construida ni les devolvieron su dinero.
El particular al dirigirse a su banco éste les remitía a las promotoras constructoras y se encontraban con que éstas no tenína dinero o estaban en "quiebra".
Las últimas resoluciones de los Tribunales de LLeida han abierto la luz a la situación desesperada de estas personas afectadas al condenar a las entidades bancarias a reintegrar el dinero avanzado para sus viviendas en construcción, ello en base a una ley de 1968 que obliga a los bancos a garantizar las cantidades entregadas por un particular a cuenta de su vivienda.